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The Bloom nace de mi fascinación por las flores. En ellas encuentro algo más que belleza: representan fragilidad y fuerza al mismo tiempo, la magia de renacer en cada estación y la forma en que la naturaleza nos recuerda que todo florece a su propio ritmo.
Cada joya que creo es un tributo a ese instante efímero en que una flor se abre, un intento de conservar su esencia y transformarla en algo eterno.

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